Guía de medicamentos para tratar los problemas de erección

Viagra, Cialis, Levitra, Spedra: guía completa de medicamentos para tratar la disfunción eréctil

Esto le ha ocurrido una vez, dos veces, y luego varias veces. ¿Todavía no ha dado el paso de hablarlo con su médico de cabecera? Seguramente ya ha oído hablar del Viagra® (sildenafilo), quizás incluso del Cialis® (tadalafilo), pero ¿tiene dificultades para encontrar un resumen de información accesible y confiable que pueda orientarle?

No hay motivo para el pánico, aquí tiene una guía didáctica y explicativa de los medicamentos para mejorar sus problemas de erección disponibles en el mercado. Algo que le ayudará a tener una visión más clara.

Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5

Los IPDE5 son los medicamentos más conocidos para el tratamiento de la disfunción eréctil. Inhibidores de una enzima llamada fosfodiesterasa, ayudan a la relajación de los músculos lisos (ver el primer artículo) de los cuerpos cavernosos del pene y, por ende, aumentan el flujo sanguíneo arterial que provoca la erección. Disponibles solo con receta, actúan, junto con una estimulación sexual, como facilitadores de la erección.

Los 4 inhibidores de la PDE5 disponibles en el mercado son los siguientes:

. El Viagra®, cuyo principio activo y su genérico es el Sildenafilo.

El Cialis®, cuyo principio activo y su genérico es el Tadalafil.

El Levitra®, cuyo principio activo y medicamento genérico es el Vardenafil.

. Spedra®, cuyo principio activo y medicamento genérico es el Avanafil.

Los genéricos de los IPDE5 son sustancialmente idénticos a los medicamentos originales y pueden tener costos más bajos. (7)

Todos los ensayos clínicos prueban su eficacia, que varía del 60 al 75 %. En el caso de tomar Sildenafilo en particular, el 75 % de los hombres declaran que su erección se ha restaurado. Por lo tanto, pueden constituir un tratamiento a largo plazo o un tratamiento complementario de elección para hombres con disfunción eréctil. Aunque presentan, como todos los medicamentos, algunos efectos secundarios que vamos a detallar, estos tratamientos son bien tolerados por la mayoría de los pacientes.

¿Pero cuáles son?

El Sildenafilo (Viagra®)

Está disponible en el mercado europeo desde 1998 en forma de comprimidos, con dosificaciones de 25 a 100 mg. La dosis generalmente recomendada es de 50 mg, pero puede aumentar hasta 100 mg, debiendo ajustarse la dosificación a varias variables propias de cada hombre, como patologías preexistentes, la salud cardiovascular, o la frecuencia de uso del medicamento. Se debe tomar de 30 minutos a 1 hora antes del acto sexual, sabiendo que actúa más rápido si se toma en ayunas. El Viagra® puede permanecer en la sangre en promedio hasta 4 a 5 horas y facilitar varias erecciones.

Tratamiento fácil y eficaz, es el adecuado si buscas una solución temporal que requerirá un poco de anticipación.

Como cualquier medicamento, tiene efectos secundarios más o menos probables, que se pueden evitar con la dosis correcta, tales como náuseas, sofocos, congestión nasal o trastornos digestivos.

El Viagra® está contraindicado en caso de problemas cardiovasculares, en combinación con vasodilatadores nitrados, es decir, medicamentos capaces de dilatar los vasos sanguíneos, en casos que aún no se han estudiado (hipotensión, insuficiencia hepática, ACV...), en caso de alteración de la visión debido a un daño en el nervio óptico o en caso de tomar alfa-bloqueantes.

Los vasodilatadores nítricos son a menudo medicamentos para el corazón, pero también están presentes en sustancias recreativas como los «poppers», que deben evitarse en caso de tomar Viagra®. También se desaconseja combinarlo con tratamientos anti-VIH (ritonavir, atazanavir, tipranavir, etc.).

Su dosis y frecuencia de administración deben determinarse imperativamente con un médico. (1) (2) (3)

El Tadalafilo (Cialis®)

Está disponible en el mercado europeo desde 2003, en comprimidos, con dosificaciones de 2,5 a 20 mg. El Cialis® se puede tomar de dos maneras distintas:

• Tomar de 30 minutos a 1 hora antes del acto sexual para provocar una erección puntual. Funciona de la misma manera que el Viagra con la principal diferencia de que puede ser efectivo hasta 36 horas después de su ingestión.
• Ya sea en tratamiento continuo, se debe tomar todos los días aproximadamente a la misma hora. Las tabletas de 2,5 a 5 mg son adecuadas para la toma diaria, lo cual se recomienda para los hombres que tienen más de dos relaciones sexuales por semana y que desean poder tener una erección en cualquier momento.

Con las mismas propiedades que el Viagra®, los efectos secundarios y las contraindicaciones son idénticos. La toma diaria puede causar efectos secundarios más prolongados. (2) (4)

El Vardenafil (Levitra®)

Está disponible en el mercado europeo desde 2003, en comprimidos, con dosis de 5 a 10 mg. El Levitra® es muy similar al Viagra. Se toma de 30 a 60 minutos antes del acto sexual y, junto con una estimulación sexual sensorial, puede tener una duración de efectividad de 5 horas. A diferencia del Viagra®, el Levitra® no se ve afectado por la ingesta de alimentos y mantendrá la misma eficacia en cualquier momento del día.

Las contraindicaciones y los efectos secundarios son sustancialmente idénticos a los del Viagra®. Asegúrese de informar a su médico sobre todo su historial médico y de consultar los prospectos en caso de duda. (4) (5)

El Avanafil (Spedra®)

Está disponible en el mercado desde 2013, en forma de comprimidos, con dosis de 50 a 200 mg. Su acción es, según el fabricante, un poco más rápida que la de otros inhibidores de la PDE5, ya que se puede tomar de 15 a 30 minutos antes del coito. Será más efectivo si se toma en ayunas. Los efectos del Spedra® pueden durar hasta 6 horas.

Sus contraindicaciones y efectos secundarios también son los mismos que los del Viagra®.(4) (6)

Quizás prefiera tomar una pastilla cuando sea necesario, o seguir un tratamiento continuo si tiene una vida sexual activa y para evitar tener que anticipar. Estilo de vida, historial médico, preferencias... La elección del tratamiento y su dosificación deben hacerse teniendo en cuenta estas diferentes variables. Solo un médico puede orientarlo. El primer paso es atreverse a hablar de ello y consultar.